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San Josemaría Escrivá era muy devoto a la Virgen de Monserrate. Y fue en el día de la Virgen de Monserrate que pasó por un incidente en el cual por poco muere, pero del cual salió hasta curado de la diabetes que sufría.

El santo padecía de una diabetes tan fuerte, que había que inyectarlo constantemente con insulina. Aún con todos los rigurosos tratamientos y dietas, la diabetes empeoraba. Pero él tenía Fe.

Su médico le recetó un tipo de insulina nueva y, en el día de la Virgen de Monserrate, su amigo Álvaro se la administró por 1era vez… en una dosis menor, porque eso había leído Álvaro en el panfleto de la insulina. Y luego se fueron a almorzar.

Ya en la mesa, el santo empieza a sentir que se está yendo en shock, y entiende que va a morir. Entonces dice: “¡Álvaro, absolución!” Alvaro se queda tieso. Confuso. Solo le pregunta: “¿Qué? ¿Pero…?”

“¡La absolución!”, vuelve a decirle el entonces monseñor. Álvaro todavía no entiende nada. Y se trancó del susto. No sabía qué hacer. Entonces San Josemaría Escrivá le dice por 3ra vez: “¡La absolución! Ego te absolvo…”, y ahí se fue… inconsciente.

Álvaro recuerda que la cara del santo se puso rojo violeta, y luego amarilla grisácea. Había perdido el pulso. Álvaro rápido lo absolvió, llamó al médico, le puso azúcar en la boca y le dio agua, a pesar de que el cuerpo del santo no reaccionaba.

Luego de 10 minutos, finalmente el santo reaccionó. El médico llegó, y todo ya estaba bien. Excepto… que San Josemaría Escrivá no le dijo al doctor que se había quedado ciego. Pero él siguió orando y al par de horas, su vista regresó.

Lo que sorprendió a todos pasó luego. Según el santo, durante esos 10 minutos, su vida completa pasó delante de sus ojos como una película, y tuvo tiempo para pedirle a Dios perdón por sus pecados. Dios le dejó saber que ese no era su día de abandonar la tierra. Y lo regresó.

En los meses siguientes, los doctores no podían creer que su diabetes iba desapareciendo. ¡Hasta le descontinuaron todas las inyecciones y tratamientos! JAMÁS tuvo un síntoma más de diabetes. Todos los doctores, en entrevistas separadas, apuntan a ESE milagroso evento como el punto de sanación del santo. Y él sabía que había sido Dios, con la intercesión de la Virgen de Monserrate.

Y por eso, San Josemaría Escrivá se convirtió uno de los Santos Patronos contra la Diabetes.

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