Hoy, día de Santa Juana de Arco, todos hablan de su historia. La que ya sabemos. La de su lucha guiada por Dios y por San Miguel Arcángel. La de la Guerra de los 100 Años. La de su horrible ejecución, la cual aceptó y enfrentó con valentía, aunque a principio sintiera el miedo que todo el mundo naturalmente experimentaría. Pero nadie habla del autor intelectual de su asesinato... porque así fue que años más tarde se catalogó su ejecución. ¿Sabes porqué nadie habla de él? Porque le falló a su Fe... este individuo se llamaba Pierre Cauchon. Y fue excomulgado de la Iglesia Católica póstumamente, 15 años después de su muerte.
Pierre Cauchon era nada más y nada menos que el Obispo de Beauvais en Francia. Un hombre brillante que demostró sus habilidades diplomáticas y conciliadoras en la época del Gran Cisma Papal de Occidente del 1378. Y pudo haber hecho más por la Iglesia y por su pueblo. Pero los intereses políticos y personales fueron nublando su juicio a medida que ganaba popularidad y reconocimiento. Se hizo aliado de los ingleses, que ocupaban Francia en aquel entonces y dejaban estragos a su paso en pleno tiempo de guerra. Cauchon dio la espalda a los abusos que cometían contra los franceses, especialmente contra los pobres. Ahí Juana de Arco aparece en el escenario histórico, abandonando su vida privada, dedicada a la piedad y a Dios, para rescatar a su país.
Al enterarse de las victorias milagrosas de Juana de Arco, Cauchon comienza a seguir sus pasos. Luego, al enterarse que había sido capturada, entra en negociaciones fraudulentas para ponerla en manos de los ingleses, para enjuiciarla él mismo. Recibió muy buen dinero por este fraude.
Luego llevó a cabo una campaña malintencionada para desacreditarla, tratando de acusarla de brujería, de vestir con ropa masculina (por la vestimenta que usaba en combate), etc. Pero ninguna acusación prosperaba. Todas eran probadas como falsas demasiado rápido. Y entonces acude a acusarla falsamente de "herejía", vía por la cual pudo lograr una orden de ejecución.
Eventualmente, Francia salió victoriosa de la guerra. Los planes personales y políticos de Cauchon no prosperaron. Fue perdiendo popularidad hasta su muerte. La Iglesia Católica reabrió el juicio 14 años luego de la muerte de Cauchon, concluyendo que el juicio que llevó en contra de Juana de Arco fue uno corrupto y la joven era inocente de todos los cargos. Juana fue declarada mártir. Cauchon, por su parte, fue póstumamente excomulgado. Cauchon fue enterrado en la Catedral de Lisieux, pero no identificaron su lugar de entierro, en señal de desprecio del pueblo por la corrupta ejecución de Santa Juana de Arco. Su esqueleto fue redescubierto por casualidad durante una renovación de la Catedral en 1931. Pero cuando la renovación culminó, tampoco se marcó su lugar de entierro. Y así, Santa Juana de Arco pasó a la historia, y Pierre Cauchon pasó al olvido.
Cuando un sacerdote o una religiosa te pida que ores por él o por ella, te lo pide porque quiere que su comunidad le ayude a mantener ese camino a la santidad que todos añoramos. Ellos no quieren ser otro Pierre Cauchon. Pero el mal siempre está a la vuelta de la esquina. Cuando Pierre Cauchon abandonó su misión Cristiana para perseguir agendas personales, y dio la espalda al sufrimiento, a la necesidad y al dolor de su pueblo, Satanás vio el momento perfecto para atacar. Y llevó a Cauchon al próximo nivel de maldad, que es el de atentar contra la vida de personas inocentes. Satanás está constantemente buscando el momento perfecto para brincar encima de su presa. Y por eso necesitamos proteger a nuestros religiosos con oraciones, con amor y con entendimiento.
El camino religioso es bien duro, solitario y de poco descanso. Nosotros, como no vemos el día a día de un sacerdote o una religiosa, tratamos de imaginarnos cómo debe ser esa vida. Pero muchas veces nos equivocamos en nuestras conclusiones. El idealizarlos nos lleva al error, pensando que ellos no necesitan oraciones ni apoyo espiritual. ¡Sí las necesitan! ¡Sí necesitan tu apoyo! Por eso NUNCA dejes de orar por tus párrocos, por las monjas, por los misioneros, por tus obispos... por el PAPA. El Venerable Fulton Sheen decía: "La Iglesia no va a ser rescatada... ni por los obispos, ni por los sacerdotes, ni por los religiosos, sino por los laicos". Así que nos toca pararnos en el frente de batalla al estilo Juana de Arco junto a nuestros religiosos para defender nuestra Fe. Oremos para que en nuestra Iglesia hayan más Santas Juana de Arco... y no más Pierre Cauchons.
¡Feliz día de Santa Juana de Arco, Santa Patrona de Francia y de las mujeres militares!
En la foto 📸:
Collar Medallero de Santa Juana de Arco: https://bit.ly/2XLxE0j
Ganchito Multi-Usos de Santa Juana de Arco: https://bit.ly/2XJwfrh