SANTA ÁGUEDA es la protectora de la lucha contra el cáncer de seno y piadosa auxiliadora de la lactancia. SAN PEREGRINO es el protector de la lucha contra el cáncer en todas sus formas. ¿Qué tienen en común Santa Águeda y San Peregrino? La lucha. Esa lucha por mantenerse fieles a su compromiso con Dios. Pero una lucha, mira… al extremo.
San Peregrino permaneció 30 AÑOS DE PIE como penitencia para expiar todos sus pecados. Así mismo… no se sentó ni se acostó, a menos que fuera estrictamente necesario, por 30 AÑOS. San Peregrino fue perseguidor de los Cristianos en sus comienzos. Pero en una de esas luchas fue noqueado por el más duro y a la vez hermoso golpe: un gesto de amor de San Felipe. San Peregrino se encontró a San Felipe predicando, y fue a golpearlo. ¿La respuesta de San Felipe? Le dio la otra mejilla. Ese gesto lo impactó de manera tan contundente que su conversión fue inmediata. En consecuencia, eligió una penitencia extrema para expiar los pecados de su pasado. Esa penitencia de estar de pie le ocasionó un tumor canceroso en la pierna que casi le cuesta una amputación, que en esos tiempos se hacía a sangre fría y del dolor podías hasta morir. Pero le rezó a Dios con mucha insistencia… sin parar. Hasta quedar dormido. Y Dios se le apareció en sueños y lo sanó. Por ese milagro, la historia lo convirtió en el Protector de los Pacientes y Sobrevivientes de Cáncer.
La lucha de Santa Águeda (o Santa Ágata) fue la de proteger su consagración virginal a Dios en tiempos donde (1) los Cristianos eran perseguidos y martirizados y (2) el machismo era rampante. El hombre machista miraba a la mujer con actitud de: “o terminas siendo mía, o terminas muerta”. Su enfrentamiento en contra de un prefecto romano que la deseaba para él fue tan fuerte, que él buscó una excusa para llevarla a corte y condenarla por ella negarse a sus cortejos. Y la encontró en la entrega a Dios de la Santa. Claro, como él mismo era el juez, la condena era segura: “¿Eres Cristiana? ¡Pues eres culpable!”.
Las condenas de Santa Águeda fueron varias… y ella las resistió todas. Pero las más horribles fueron las que resultaron siendo repelidas por los milagros del Señor. A Santa Águeda le cortaron sus senos y fue encarcelada sin vendajes ni ungüentos para tratar las heridas. Pero esa misma noche se le apareció San Pedro con un ángel y la curó. El prefecto, al verla curada, se enojó tanto que elevó su tortura a quemarla sobre carbones. PEEEROOOO… al hacerlo, ocurrió un gran terremoto que levantó la histeria del pueblo. Ante las amenazas del pueblo de revelarse si no sacaban a Santa Águeda del fuego, el prefecto la tuvo que sacar y dejarla en prisión. Ella entonces pidió a Dios que se llevara su alma y se entregó con mucho amor a la eternidad. Luego de su muerte, sus manifestaciones milagrosas frecuentes la convirtieron en Santa Patrona de muchos… pero sobre todo, de la lucha contra el cáncer de seno. A su vez, es piadosa auxiliadora de la lactancia.
Las luchas de estos 2 Santos suenan bien extremas. Pero cuando uno viene a ver, la recompensa es tan grande, que uno rápido comprende que no eran actos de locura. Eran actos tomados con un nivel de conciencia y valentía supremamente admirable. Piensa en la lucha de los enfermos y sobrevivientes de cáncer. Es una lucha también extrema. Es una lucha que también requiere un nivel de conciencia y valentía grandísimo. Por eso, Santa Águeda y San Peregrino los representan ante Dios y los protegen. Ellos comprenden la lucha… porque ellos la dieron también.
¡Feliz Día de Santa Águeda!
Brazalete Rosario Histórico de San Peregrino: https://bit.ly/3baNjfL
Collar Medallero de Santa Águeda: https://bit.ly/370GEBi