BLOG

En plena época de viajes de familiares y seres queridos para las Navidades, HOY celebramos con alegría la RESTAURADA fiesta de la Virgen de Loreto. ¡Sí! Fue restituída en el calendario romano el 31 de octubre de este mismo año por el Papa Francisco… ¡hace poco más de un mes!

La Virgen de Loreto es la patrona de la aviación. Es la devoción a la que recurren los viajeros aéreos frecuentes (como yo) y todos los que trabajan en líneas aéreas (pilotos, “flight attendants”, mecánicos de aviación, etc).

La historia de la devoción se remonta a la misteriosa aparición de las paredes de la casa de la Virgen María en el siglo 13, en las montañas de lo que hoy es Loreto, en la provincia de Ancona, Italia. Aunque la leyenda hablaba de que la casa fue llevada allí por los ángeles (por eso su famoso nombre en la jerga común de “la casa voladora”), estudios recientes indican que la casa, aunque ciertamente llevada allí de forma asombrosa, fue transportada por la familia Angeli (“Ángeles” en italiano, griego y latín). Esta familia la llevó allí para protegerla de su posible destrucción por los musulmanes. Luego fue pasada a Ithamar Angeli en la dote de su matrimonio con Felipe de Taranto, hijo del rey Carlos II de Nápoles.

Los estudios arqueológicos de la casa indican que el estilo de construcción y los materiales de mampostería y ladrillos corresponden a los usados en Nazaret para el mismo tiempo de Jesucristo. Las dimensiones de la Casa de Loreto también son idénticas a las de la Casa de la Sagrada Familia que falta en su lugar de consagración en la Basílica de Nazaret. A su vez, hay inscripciones pertenecientes al estilo nazareno de la época. Una inscripción en particular llama la atención: es en caracteres griegos sincopados con letras hebreas contiguas que dice: "Oh Jesucristo, Hijo de Dios"... escrita en EXACTAMENTE la misma manera en que está escrita en la Gruta de Nazaret, justo al lado de la gruta de la Anunciación.

Múltiples milagros relacionados a viajes han sido atribuidos a la Virgen de Loreto. Hasta el mismo Cristóbal Colón hizo un voto a la Virgen de Loreto en 1493, cuando él y su tripulación fueron atrapados por una tormenta durante su viaje de regreso de las Américas. Más tarde envió un marinero a Loreto en una peregrinación de acción de gracias en nombre de toda la tripulación.

Pero… ¿y de dónde viene la casa de María en Éfeso entonces? La casa de Éfeso fue identificada por medio de las visiones de la Beata Ana Catalina Emmerich. Se cree que fue a esa casa donde San Juan llevó a María luego de la crucifixión de Jesús, y donde vivió el resto de su vida terrenal. En cambio, la casa de Loreto, bajo la inscripción “HIC VERBUM CARO FACTUM EST” (“Aquí el Verbo se hizo carne”) se nos revela como la casa donde nació María, donde recibió la visita del Ángel Gabriel, y donde vivió con José y Jesús.

Si muchísimos Santos de la talla de San Carlos Borromeo, Santa Teresita del Niño Jesús, San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier (¡ah! y San Francisco de Asís antes de ser transportada) han ido a mostrar sus respetos a este lugar Santo, yo te invito a que la incluyas también en tu próxima peregrinación. Yo no puedo creer que estuve apenas a unos minutos de distancia de ella y la logré ver de lejos. Pero me regresaba al día siguiente y aún tenía que cumplir una promesa que había hecho a Dios de dar gracias por la sanación milagrosa de mi papá, yendo a los lugares donde yacen los restos de mis intercesores, San Antonio de Padua y San Padre Pío. Pero créanme… para la próxima peregrinación, ¡ESO VA! Y durante el viaje, pediré la intercesión… ¿de quién? ¡De la Virgen de Loreto!

 

De paso, echa un vistazo a nuestro collar medallero de la Virgen de Loreto en el siguiente enlace: https://bit.ly/3GvidOA